sábado, 26 de noviembre de 2011

LA CHIMENEA DE LA CASA CONSISTORIAL

Esa artística boca de chimenea que se encuentra en el vestíbulo del Ayuntamiento forma parte de la historia de La Línea y estuvo ahí desde que se construyó la finca de recreo llamada villa de San José por parte de la familia Saconne, y no como se ha dicho que fue colocada durante una reforma del edificio, ya que las reformas que ha sufrido ese palacete de estilo inglés de un eudardiano muy clasicista no han sido bastante recientes en comparación con la edad del edificio que fue construido a partir del año 1870 cuando se consiguió la segregación del municipio de San Roque, ya que anteriormente los militares no permitían en La Línea ni siquiera construcciones de casas pequeñas de mampostería mucho menos este gran edificio que con mil sacrificios compró el municipio después de recorrer la Ceca y la Meca para encontrar un lugar donde instalarse la corporación por aquello de los escasos recursos con que se contaba. En el mes de marzo de 1921, siendo alcalde don José Cayetano Ramírez Galuzo, se constituye una comisión de concejales para que convinieran con los herederos de don Jerónimo Saconne la compra de los jardines y edificios que lo integraban tomando contacto con el que lo representaba don José Martí Saconne. Esta finca de recreo de aquella adinerada familia contaba entonces con artísticos jardines, frondosa arboleda y espaciosos paseos repletos de gran diversidad de plantas y hasta había una gran morera, todo ello construido y cuidado en aquel tiempo por un famoso y renombrado floricultor llamado Ernesto Codali junto  con varios jardineros. También contaba con dos estanques repletos de peces de colores y era entonces considerada como la mejor finca de todos los alrededores. La parte trasera, que actualmente está edificada, contaba con una espaciosa explanada un metro elevada del entorno, por lo que se accedía a ella por unos escalones situados en los dos laterales y en todo su alrededor, delante una balconada de hierro y al fondo y a derecha e izquierda habitaciones y delante de sus puertas columnas de hierro que sostenían un largo pasillo con suelos de madera que daba a las habitaciones de arriba. En un extremo de los jardines, desde el año 1889, se hallaba establecido un asilo de huérfanos bajo la dirección de los hermanos de San Juan de Dios y que fue creado por don José Benzo, cónsul de Portugal en Gibraltar y administrada por el procurador testamentario don Arturo Patrón, prestigioso jurisconsulto de Gibraltar. El edifico que ocupaba este orfanato, es el que luego ha sido conocido como La Casa Colorada, y que posteriormente fue vivienda de los sirvientes de la familia Saconne, cochera para su carruaje de caballos y por último colegio de niñas Providencia Sagrado Corazón.
El 22 de junio de ese año de 1921, el Ayuntamiento aceptaba el precio total de esta finca que ascendía a 425.000 pesetas, de las que se abonarían 125.000 a la firma de las escrituras públicas y el resto aplazado en cuatro años.
El día 10 de julio se celebraba el acto de la toma de posesión del Palacio Municipal y se descubría un busto a don Luís Ramírez Galuzo, obra del escultor cordobés Mateo Inurria. A los citados actos asistieron autoridades civiles, militares y religiosas del Campo de Gibraltar y otras personalidades invitadas entre ellas el diputado don José Luís de Torres Beleña, el canónigo don Victoriano Molina Vive, Presidente de la Academia Hispanoamericana e Ilustre Hijo de La Línea quién pronunció un elocuente discurso. Así mismo, el alcalde, don José Cayetano Ramírez Galuzo tiró del cordón y descubrió el busto de su hermano, el cual fue el primer alcalde efectivo y elegido que tuvo La Línea ya que don Lutgardo López Muñoz fue primero alcalde pedáneo y luego al separarnos de San Roque lo fue provisional hasta celebrarse elecciones entre los concejales que fueron elegidos a su vez por sufragio popular. Y es que, en realidad, el que fue elegido fue don José Peón y Fernández en 1872, pero al ir a firmar el acta de la sesión anterior el señor Peón Fernández falleció allí mismo, repentinamente, cayéndole la cabeza sobre la mesa y dejando un charco de sangre debido a la herida que se produjo. De ahí que ante ello fuese elegido don Luís Ramírez Galuzo, que así se llevaba los honores y quedaba en la historia como el primer alcalde elegido por sufragio, que además fue un buen alcalde, como lo demuestra que más tarde lo fuese tres veces más.
Volviendo a esa hermosa y artística chimenea municipal, parece que nadie se ocupó en su tiempo de conocer su origen, donde la compraron los Saconne o si la hicieron para ellos en España o en el extranjero o que escultor la esculpió. Parece que nadie en aquellos tiempos sintió la curiosidad de conocer esos detalles a pesar de lo artística que es esa boca de chimenea toda labrada, lo que si parece seguro según apreciaciones posteriores es que esa chimenea es más antigua que propio palacete por lo que de ser así seguramente la compraron ya construida. De lo que no cabe duda es que es una auténtica joya escultórica y está ornamentada con un maravilloso friso o alquitraba finamente cincelado en alabastro, delicadísimo trabajo de orfebrería marmolística como así otras piezas de complicadísima talla y por su forma y material empleado parece que es de origen italiano, como luego veremos, pero se ignora su fecha. El dintel de la chimenea con las dos columnas que la sostienen está formado por un conjunto escultórico de dos faunos enredados en troncos de parra y otros animales comiendo las uvas de la vid, tales como ardillas, aves y pequeños reptiles, todos ellos calados con el mármol como una refinada pieza de encaje, bordadas por el cincel de un anónimo artista perteneciente a una época que posiblemente ya no vuelva. Hoy en día es tan costosa la artesanía que solo puede adquirirse de encargo y personas con cierto poder adquisitivo, de ahí tantas imitaciones antiguas en el mercado del ramo. Según contaban algunos ancianos de la época, esta chimenea como así la pequeña fuente que ahora está en la parte de atrás de los jardines, las estatuas que rodeaban la fachada principal, los macetones que están en la entrada y las dos columnas de mármol que sostienen los arcos de la misma fueron traídas de Italia por don Jerónimo Saconne cuando construyó el edificio. Esta chimenea siempre ha sido admirada y ponderada por personas de buen gusto o conocedoras del arte escultórico que han visitado el Ayuntamiento y como anécdota cabe comentar que algún que otro político puso los ojos en ella y así mismo se encapricharon de esta joya alguna que otra dama distinguida, intentando que el alcalde de turno se la regalara. 
En el año 1925, con motivo de la visita de cortesía que una alta personalidad política realizaba a La Línea, parece que fue el General Primo de Rivera, al se cumplimentado en el Palacio Municipal,  siendo entonces alcalde don José García Saénz-Diente éste tuvo el placer de mostrarle la chimenea. Este alto personaje quedaba maravillado al contemplar tan singular obra de arte prodigándose en elogios que se repetían una y otra vez, en espera, tal vez de que el alcalde se la ofreciera como un presente ante tal señor y como recuerdo de su visita a La Línea. Pero el alcalde se hizo el sordo y como decimos aquí el “longui”, por lo que parece se fue de la ciudad algo contrariado por no haber conseguido tan valioso obsequio. Más adelante, se cuenta, que una distinguida dama, esposa de otro general que visitaba nuestro pueblo, y entre otros lugares el Ayuntamiento quedaba igualmente prendada de la chimenea hasta el punto de que no se anduvo con rodeos y directamente pidió al alcalde que se la regalara y como este siguió con su postura de no ceder la señora recurrió a una importante e influyente autoridad nacional para que le hiciera llegar al Alcalde su petición. Pero el alcalde no estaba por la labor ni pensaba consentir que se llevasen nada de su pueblo y menos algo tan valioso, pero al tratarse de una solicitud ya tan importante lo mejor que pensó fue convocar un pleno extraordinario y exponer a la Corporación lo que estaba ocurriendo y lo enojoso del asunto para llegar a un acuerdo. Pero el acuerdo no fue otro que la unanimidad de toda la Corporación de que la chimenea no saliera de La Línea ya que se consideraba patrimonio indiscutible de nuestro pueblo. Y ahí está, y estará por mucho que puedan las influencias encapricharse con ella si se diera el caso, al menos eso esperamos.





Fuente: RADIO BAHÍA LIBRE.COM

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